¿Esquizofrenia o posesión demoniaca?
- Ramon Alexander Romero Reynoso
- 28 ago 2024
- 2 Min. de lectura

Recientemente, una miembro de mi iglesia me preguntó si conocía algún material o literatura que tratase de forma específica y doctrinal la relación existente entre la esquizofrenia y el ámbito espiritual. Al respecto le indiqué que si existiera lo desconocía, no obstante, pasé a señalar mi reflexión sobre el tema, a propósito del reciente caso de la muerte atroz de una niña de seis años, cuyo crimen ha sido confesado por su madre.
En tal sentido, me pareció oportuno indicar que frente a esta cuestión a lo largo del tiempo se han sostenido dos reacciones en las iglesias: una de sincretismo religioso, que mezcla aspectos culturales y supersticiosos con la fe, dando lugar a manifestaciones como fiestas de palo o atabales y otras conocidas, otra reacción o postura es el fundamentalismo religioso que atribuye presencia demoniaca o de espíritu malignos ante manifestaciones o situaciones humanas que distan mucho de serlo.
En épocas pasadas, no muy lejanas a nuestro tiempo, era común decretar a personas con situaciones de salud mental, que estaban poseídas o siendo atacadas por demonios o seres espirituales malignos. A medida que ha avanzado la ciencia y se fortalece el uso de la razón adjunto a la fe, se evidencia que ciertas conductas o manifestaciones no necesariamente corresponden a posesiones o ataques satánicos.
El reciente y lamentable caso, que ha consternado a la sociedad dominicana, apunta a indicar que se trató de una seria condición de salud mental de la madre “mal tratada” o tratada a medias y no un caso de posesión o manifestación demoniaca.
Es penoso que algunas veces, personas mal orientadas, abandonan tratamientos psiquiátricos y/o psicológicos en nombre de la fe. Es importante, que, como líderes religiosos o cristianos en una situación de liderazgo, bajo ningún concepto motivemos a personas que necesitan ayuda a desechar la ciencia, ya que la misma también es un instrumento de Dios para la sanidad.
No ignoremos que existe una realidad espiritual, que nos atañe como cristianos. No obstante, mientras más profundicemos nuestra espiritualidad mejor preparados estaremos para discriminar, comprender y prevenir las situaciones o condiciones de salud mental que puedan afectarnos, así como a nuestros seres queridos o relacionados.
Comments